Capítulo 59: Un baño casual... Tal vez.
Dejé que me alimentara en silencio.
Ninguno habló en el proceso. Yo me acabé la avena y él se fue con el plato.
El brazo aún me molestaba pero no como antes. Supongo que esos analgésicos tampoco hacían milagros. Digo, ni el traceval calmaría mi agonía por completo. Pero si que ayudaba.
―Bien, vamos a bañarte ―dijo al volver a la recámara.
Me quitó las sábanas de encima.
No puedo creer lo cochina que me he vuelto desde que estoy en esta casa. Pasé por muchas cosas ayer y no me bañé, aunque es razonable porque pasé por una cirugía.
Envolvió mi brazo en plástico.
―Puedo bañarme yo sola.
―Ni siquiera fuiste capaz de ponerte el vestido por tu cuenta ―refutó, entrando al baño.
Podía escuchar el agua caer. Los minutos pasaron. Volvió a la habitación sin ropa, solo con una toalla cubriendo la parte inferior de su cuerpo.
Mis ojos no sabían donde posicionarse. Sus brazos, clavícula, pectorales y abdomen estaban al descubierto. Y aún así quería ver lo que se escondía bajo la