Tras llevar un rato corriendo hacia la dirección que les ha dicho Adriel, se detienen, pues los Cox sienten la presencia cercana y abrumadora de licántropos.

—Iré a dar un vistazo —dice Adriel por enlace, por lo que su familia se esconde detrás de unos troncos que separan el bosque de una calle de tierra que lleva a la cabaña.

Adriel se pone en alerta, saltando el tronco y cuidando no pisar nada, pues aunque sabe que nadie puede verlo, sí podrían escucharlo y olerlo.

Justo cuando está por dar dos pasos más hacia la calle de tierra, la puerta de la cabaña se abre y al segundo siguiente salen dos hombres uniformados.

El castaño se queda quieto. Todavía está a distancia así que puede mantener a raya su olor.

—¿Qué pasará si Alfa Alan se entera que nuestros Guerreros renegados están de vuelta? Para él no tendría sentido que Alfa Oziel rescatara a los hombres que intentaron atacarlo.

—Alfa Oziel se las arreglará. Y de todos modos, pronto el liderazgo dejará de estar en la familia Maxwell,