Días después…
El ambiente en la mansión comenzaba a llenarse de misterios y secretos que se iban enredando en medio de la paz que Alicia había encontrado al lado de Miguel, después de tanto tormento.
Galeano, al volver a ver a su hija después de tanto tiempo sin poder compartir con ella, con su voz cargada de conflicto, confesó a Alba su deseo de pasar más tiempo con Carlotita. Alba, con sus ojos oscuros llenos de compasión, se ofreció a apoyarlo, dispuesta a enfrentar a Alicia y Miguel para que permitieran las visitas. Pero ¿Por qué su regreso afectaba la frágil estabilidad de la mansión?
Carlotita, ajena a las tensiones, se encontraba feliz con el regreso de su padre. No entendía las miradas furtivas entre Galeano y su tía Alba, ni los susurros que se deslizaban por los pasillos. Y mientras Galeano y Alba compartían momentos al lado de la pequeña, sus corazones se enredaban en una trama inesperada. ¿Qué oscuros secretos se escondían tras las puertas cerradas? ¿Qué papel jugaba Alba