~Ocultar la verdad no es mentir, pero si te puede hacer el mismo daño que una mentira~
–Neyra, espera. ¿Cómo te sientes? Me alegro de verte, pensaba ir a buscarte para invitarte a que nos acompañaras un rato. –le dijo mientras la saludo con un afectuoso abrazo antes de besarla brevemente.
–Hola, ya me siento bien; gracias. Sólo salí a caminar un poco, no quiero importunar.
–No digas eso, iba a ir por ti. Ven acompáñame por favor, sólo un momento porque después tú y yo tenemos una plática pendiente –pidió, con una sonrisa, a la cual ella no pudo resistirse.
–Estaba bien, pero sólo un momento. Recuerda que mañana es la boda de prima y quiero estar descansada y sin ojeras. –comentó mirándolo de lado para ver qué cara ponía. A lo que él solo movió la cabeza, era de esperarse y más siendo ella.
Al acercarse a la fogata y saludar a los trabajadores, no vio el rostro de su papá, lo cual le dio un poco más tranquilidad, pues no sabría cómo actuar con Alexander teniendo a su papá a unos pasos d