Oh ohhh, ¿estará enferma Neyra? ¿Ustedes que creen? Si les gusta la historia déjenmelo saber, agréguenla a si lista de lecturas y síganme para recibir notificaciones. ¡Los quiero, buen día!
~Ocultar la verdad no es mentir, pero si te puede hacer el mismo daño que una mentira~–Neyra, espera. ¿Cómo te sientes? Me alegro de verte, pensaba ir a buscarte para invitarte a que nos acompañaras un rato. –le dijo mientras la saludo con un afectuoso abrazo antes de besarla brevemente.–Hola, ya me siento bien; gracias. Sólo salí a caminar un poco, no quiero importunar.–No digas eso, iba a ir por ti. Ven acompáñame por favor, sólo un momento porque después tú y yo tenemos una plática pendiente –pidió, con una sonrisa, a la cual ella no pudo resistirse.–Estaba bien, pero sólo un momento. Recuerda que mañana es la boda de prima y quiero estar descansada y sin ojeras. –comentó mirándolo de lado para ver qué cara ponía. A lo que él solo movió la cabeza, era de esperarse y más siendo ella.Al acercarse a la fogata y saludar a los trabajadores, no vio el rostro de su papá, lo cual le dio un poco más tranquilidad, pues no sabría cómo actuar con Alexander teniendo a su papá a unos pasos d
~Disfruta hoy de la vida, el ayer ya se ha ido y el mañana puede que nunca llegue~–Cariño, háblame, ¿estás bien? –Alexander, preguntó buscando el rostro Neyra, en particular el par de ojos cafés que eran su perdición y su debilidad. Los cuales en ese momento estaban llenos de duda y de incertidumbre.Neyra deseaba reclamarle por el comentario que hizo unos minutos antes, el cual desato esa mezcla de sentimientos encontrados; de esperanza al imaginar lo que pasaría si hacia las cosas bien y la vez de ansiedad, por temor de equivocar. Sin embargo, lo que salió de sus labios fue muy diferente a lo que pensó.–No, abrázame y dime que todo va a estar bien. –suplicó con la voz cortada evitando derramar las lágrimas contenidas.–Todo va a estar bien mi amor, no tienes nada de qué preocuparte. No sé qué este pasando por esa cabecita linda, pero te puedo asegurar que sea lo que sea que te esté perturbando en este momento, tiene solución. Todo tiene solución bonita, aquí estoy yo para ayudarte
♥ La Boda ♥~La respuesta es amor, no importa cuál sea la pregunta~Disfrutar el momento sonaba ideal y tentador, sobre todo cuando vio la mirada oscura y llena de deseo de Alexander, quien a la vez la invitaba a pasar a su casa.−No creo que sea buena idea, mañana me tengo que levantar temprano.−No seas mala, solo unos minutos. Muero por besarte y abrazarte.−¿Y qué es lo que estuviste haciendo todo este rato mientras estábamos en la fogata o mientras caminábamos?−Es diferente, no podía besarte a abrazarte como deseo enfrente de los trabajadores o sabiendo que alguien puede vernos. Lo que menos quiero es darles ideas a los idiotas que te estaba comiendo con la mirada hace un rato. −comentó con un poco de enfado.−¿Entonces si estabas celoso hace un rato? −preguntó riendo, al recordar su cara y al ver el gesto que hizo él al recordarlo.−No sé de qué te ríes, no le veo la gracia.−Nunca creí que llegaría a verte celoso −confeso acercándose para besarlo−. Me tengo que ir pronto, solo
~El mejor momento para celebrar es siempre~−Todo depende que de tan cariñosa se ponga conmigo cuando me lo pida, ya sabes, dicen que jala más un par de buenas... −omitió la palabra, pero hizo un ademán en referencia a el busto de una mujer−, que una yunta de bueyes. −dijo entre risas al recibir el golpe de ella.−No seas vulgar. −lo regaño avergonzada, no conocía a ese Alexander desinhibido y sin vergüenza.−Pero es la verdad, además eso no lo inventé yo.−Me tengo que ir.−No quisiera dejarte ir, pero sé que mañana es la boda de tu prima. Mañana seguimos nuestra conversación.−Muchas gracias por todo Alex, nos vemos mañana en la boda.−¿Me estás invitando a ir contigo?−No, únicamente te estoy diciendo que nos vemos allá −dijo quedándose pensativa por un momento, Alexander imaginaba que lo que saldría de sus labios no sería de su agrado. Lo sabía por la mirada de maldad que tenía, sospechaba que estaba planeando algo macabro y no se equivocó−. Aunque pensándolo bien, puedo invitarte
~No necesito escuchar que me amas, me lo dice tu mirada y tu sonrisa~Después de haberse bañado, Neyra se puso una crema para el cabello y lo dejo suelto, por suerte había llevado un vestido verde esmeralda y era largo, no era formal ni glamuroso, pero era adecuado para esa celebración. Lo que menos quería era ser el centro de atención en la boda de su prima. Cuando terminó de vestirse y maquillarse lo más natural posible, preparó una bolsa con ropa y productos para higiene antes de dirigirse a la casa de su prima, quien le había pedido de favor que la ayudara a maquillarse.Durante la misa, Neyra estuvo sentada al lado de sus padres y no dejaba de sonreír al ver lo hermosa y feliz que se veía su prima. Después en la fiesta, sólo a la hora de la comida estuvo sentada, la mayor parte del tiempo estuvo saludando a familiares que hacía mucho que no veía y bailando con sus hermanos, primos y tíos; cada que la invitaban a bailar. Estaba bailando con sus primas, el bloque de música que puso
♥ La tormenta ♥~No hay mejor sueño que despertar a tu lado~ Alexander y Neyra pasaron una noche inolvidable; ella no tenía que preocuparse de regresar a su casa antes de que su papá se diera cuenta de que no estaba, o que no había dormido ahí. Alexander, por su parte, no tenía que levantarse temprano porque era domingo. Después de hacer el amor varias veces y de hacer planes para el futuro, Neyra se quedó dormida en los brazos de Alexander y al despertar él aún la tenía abrazada. Al abrir los ojos y verlo dormir plácidamente, se alegró; no podía creer que había pasado la noche entera a su lado y que todavía estaba ahí.Sonrió al darse cuenta de que finalmente había hecho realidad su sueño de dormir y de despertar a su lado sin prisas y sin preocupaciones. Tenía que ir al baño, pero no quería dejar a apreciar la imagen del hombre apuesto y varonil que estaba a su lado. Sabía que él odiaba que le tomaran fotos, por lo tanto, con mucho cuidado alcanzo el celular que tenía en el mesa de
~Abrázame y no me sueltes jamás~Alexander montó el caballo y regresó por el mismo lugar por donde lo vio salir. Casi veinte minutos después, por el centro de un camino que habían cabalgado juntos, la vio tirada en el piso. En ese momento sintió que su corazón se detuvo al imaginarse lo peor. Para su sorpresa, Neyra volteo a verlo y se puso de pie, lo que le devolvió el alma al cuerpo; no pasó desapercibido que no apoyaba peso en uno de sus pies.–Por amor de Dios Neyra, ¿intentas matarme de un susto o qué diablos? –preguntó enojado y contento a la vez. No se explicaba cómo era posible tener ambos emociones al mismo tiempo. Mientras que Neyra estaba feliz de verlo y lo saludo con una gran sonrisa.–Me tienes como loco, buscándote por todos lados. ¿Por qué saliste a cabalgar tú sola? Te pedí que no lo hicieras.–Alex, relájate, ya me encontraste. ¿Si sabes que eres muy mandón? –preguntó tratando de no reírse, para que no se molestara más.–¿Y tú que eres una necia e inconsciente? Qué hu
~Quizás el problema no esté en la tormenta, sino en tu lucha contra ella~–Tengo algo muy importante que decirte, pero no sé ni cómo comenzar.–Qué tal si empiezas por el principio. Sugirió abrazándola.–No puedo. Tengo que hacerte una confesión, pero tengo miedo de que me vayas a juzgar y que tus sentimientos hacia mí cambien.Alexander vio el trabajo que le estaba dando hablar y se imaginó que era algo importante.–¿Me puedes prometer que no te vas a enojar, ni me vas a juzgar, y, sobre todo, que me vas a perdonar?Alexander se rio por un momento, pensando que estaba jugando o bromeando, per al ver que estaba a punto de llorar, dedujo que era algo importante y serio; lo cual no podía tomar tan a la ligera. – ¿Te das cuenta lo que me estás pidiendo? No te puedo prometer algo que no sé si voy a poder cumplir. Por qué mejor no lo piensas bien, en lo mientras déjame ver si encuentro algo en la cocina, aunque sea para hacer café. –dijo él, y salió de la habitación para darle la oportunid