_¿Cómo está nuestro bebé?, preguntó Max aunque conocía la respuesta ya que su médico le envía todos los reportes a diario.
_Esta bien, no molesta para nada. Aún me cuesta creer que voy a ser madre y también de que será un lobo, todo es muy raro.
_Lo sé y eso me hace tan feliz Hannah. Juro que haré todo lo que está en mis manos para que tengamos muchos días felices.
_En un momento pensé que te habías cansado de mí, más por lo que decían de la princesa. No sabes lo terrible que me sentí.
_Dime quién fue... ¡cómo se atreven!.
_Eso no es importante... el problema es que no me hayas dicho nada sobre eso, respondió Hannah con un pesar en su corazón.
_Lo único que debes saber es que solo tu estás en mi corazón. Mi relación con ella es de negocio en este momento, no quiero que te preocupes por eso.
_De acuerdo, sonrió Hannah.
_¿Tienes sueño?
_Aun no. ¿Por qué?
_¿Damos un paseo?
_Si, respondió Hannah muy animada, por qué desde hace mucho tiempo no compartían tiempo juntos. Eso era algo que