Diana Rodrigues
"Te llamé ayer, pero no contestaste. Sé que estabas trabajando, hija", me sentí como una hija horrible.
"¿Qué pasó?" - Me senté con ella en el sofá y José al otro lado. Ella lloraba y no podía decir lo que había pasado - "¿Por qué estás así? ¿Has estado aquí toda la noche?". - Sus ojeras la delataban.
"Tu hermano, hija mía. No sé en qué se ha metido esta vez".
"¿Dónde está? No puedo creer que..." - ¿Alex ya se estaba metiendo en problemas?
"Hija escúchame" - No me dejó terminar.
"¿Vas a defender a Alex, otra vez mamá? No tienes ni idea de lo que le espera a tu hijo".
"Me lo ha contado todo".
"Y aún así no puedes ver lo que se trae entre manos ese cabrón imprudente, ¿no ves que renuncio a vivir mi vida para poder arreglar las cosas de tu querido hijo?". - Me pongo de pie y la miro con lágrimas en los ojos.
"Anoche estaba conmigo, sentados en el sofá del salón y viendo la tele, una película en esa cosa de ahí que pagas tú" - Señala el televisor - "Oímos que alguien le ll