Narra Albert

Estaba duchándome de lo lindo, pues, ya puedo moverme con más libertad, se me ocurrió escuchar música y me puse los audífonos, la puerta estaba con seguro porque era temprano y no creí que nadie llegaría, quería estar listo para cuando llegue mi amada rebelde, termine y estaba saliendo secándome el cabello cuando abrí mis ojos y la veo parada frente a mí a Dianne, pero su semblante era de enojo absoluto y me tapé mis partes con la toalla y le pregunté

—Dianne, ¿por qué no tocaste la puerta? — Su rostro denotó una furia que nunca se la había visto, puso sus manos en la cintura y me gritó

—Por estar con esos malditos audífonos de m****a, no escuchó lo que llamé, pudo haberse caído, golpeado, herido, eso pensé cuando no contestó. ¿Qué le pasa? ¿acaso está alunado?

Escucharla decir esas groserías, me dejo como robot al principio, pero después pensé: yo soy el adulto aquí, pero allí estaba Matteo riéndose en vez de apoyarme, pero me va a oír porque ella me debe respeto, soy su