Atrápenla, no dejen que escapen, cierren las puertas, cubran el área – Nicolás, gritó su hombre quemaba debido al disparo
- ¡Nick! – Amelia, se alarmo al ver el hombre de su marido sangrar considerablemente
- Estoy bien, entra a la casa – Nick, la empujo
- No puedes quedarte aquí, ven conmigo por favor – sus ojos se llenaron de lágrimas, no quería perderlo
- Vete, cierra las puertas de la casa, todas no permitas que nadie salga de casa, cuida de nuestra hija
- ¡No voy a dejarte! – ella se rehusaba a seguir sus ordenes
- No puedes quedarte conmigo, vete por favor – casi fue una suplica
- Prométeme que volverás – se preocupó mucho más al ver que la sangre no se detenía, necesitaba un medico
- Te lo prometo, ¡entra ahora! - Nicolás le ordeno antes de echarse a correr por donde