Una frase hizo que todas las miradas se dirigieran directo hacia ella.
Javier arqueó una ceja: —¿Oh? ¿Daniela conoce a alguien que pueda restaurar la pintura?
Daniela, después de hablar, ya se arrepentía un poco, y rio secamente: —En este mundo hay gente muy buena. Estoy segura de que Javier encontrará a alguien capaz de restaurar la pintura.
—Espero encontrar a alguien— Javier dijo con firmeza: —Si realmente lograra que la restauraran, estaría dispuesto a regalarla.
El corazón ansioso de Daniela dio un vuelco, recordándose a sí misma que no debía ser codiciosa.
Sebastián intervino para romper el momento: —Vamos a ver las cosas.
Javier suspiró en completo silencio y los llevó a sentarse a un lado.
—Ayer recibí algunas buenas piezas y quería que las vieran.
Mientras hablaba, hizo que trajeran las cosas.
La mirada de Daniela se posó de inmediato en una pintura recién traída.
Era una Las Meninas.
Daniela comentó: —Recuerdo que el Museo de Arte de Cleveland tiene una Las Meninas del period