Jenifer

· Ya que no nos volveremos a ver, no hay problema. Ven aquí.

Me acerco a él para que me tome en sus brazos. Es la primera vez en dos años que siento un poco de compasión en su abrazo. Él siempre ha sido brusco; viene a tu habitación y toma aquello por lo que te paga a fin de mes.

Después de abrazarme por unos segundos, me suelta y voy a mi habitación a bailar, porque estoy feliz de irme. No sabía cómo iba a pedir salir de aquí sin que me mataran. Me preguntaba si algún día volvería a ver a mis padres. Le agradezco a mi Dios que abandone esta casa sana y salva. Debo ir a ver a Sibelle para agradecerle, ella no sabe el favor que me acaba de hacer al pedirle que me liberara. Porque estoy segura de que es ella quien ya no quiere compartir a su hombre. Sí, bien vi la mirada que él le dirige, cuando cree que nadie lo mira, está enamorado de esa pobre joven, la compadezco, ella no sabe lo que es vivir con un hombre así: un egoísta, violento, que solo piensa en sí mismo, que solo se e