Liz.
—Como quieres que olvidé a Dylan, ¡Rafael!, me importa una mierda si dices que te lo menciono a casa segundo y lo seguiré diciendo, entiende.
—Liz, solo te pido que ya estoy informado que Dylan es tu esposo, eso ya lo sé Liz —dice con un tono cansado.
Cuando le iba a contestar entrar Dominik, gracias, señor que me mandaste una luz, aunque pensé que Dominik no iba a entrar.
—Ya solucionaron sus problemas —habla Dominik acercándose hacia nosotros.
Ni te imaginas lo que acaba de suceder Dominik, esto fue un error del que estoy arrepentida y del que tú y yo tenemos culpa.
—Dominik, ya es hora de irnos y me sient