-Richard -

Mi marido se encontraba colgado de los brazos a una cadena, estaba intacto o por lo menos eso parecía detrás del otros dos hombres más estaban encapuchados pero claramente podía ver la sangre en sus ropas. Mire al lobo buscando una explicación ¿Por qué yo estaba aquí? No entendía que buscaba trayéndome.

Me concentré en Richard nuevamente el me escaneaba buscando algo en mí, su rostro se contrajo al ver mi hombro vendado y miró al lobo con odio y rabia.

-¿Te gusta mi sorpresa? - una sonrisa de maldad pura se posó en su rostro, me tambalee siendo sujetada rápidamente por el- Aun no estas en condiciones de disfrutar tu regalo -

-Tienes un gusto extraño para hacer regalos lobo, para la próxima vez prefiero un ramo de flores o una caja de bombones con eso estaría bien- me regaló una risa sincera -

-Te ofrezco el mundo y tú quieres flores y bombones, me encantas-

-Te recuerdo que estamos frente a mi marido- la cara de Richard era un poema, la sorpresa era obvia, otra carcajada se