Narra Alondra Ferreyra
No podía creer todo esto, yo que siempre tuve muy mala suerte en todo, había encontrado en él, todo lo que buscaba en alguien. Lo amaba y él me amaba y con eso, toda la mala suerte, que tuve en mi pasado, de pronto ya no me importaba.
–Me ha encantado amor, muchas gracias – Lo abracé nuevamente – Te amo mucho, David De María Ramírez.
–Yo te amo mucho, Alondra Ferreyra Pérez – El me robó un tierno beso – Ahora lo que sigue, es que vayamos de compras, mi muñequita. Necesitamos llenar, éstos enormes closets.
David me dio la mano y juntos entramos al vestidor, en el que había dos closets enormes, de piso a techo como los de la casa de Carmen, uno para él y el otro para mí. Nunca pensé llegar a tener algo así, de súper lujo en toda mi vida. Esto era algo fuera de este mundo, era maravilloso y ahora yo, era tan afortunada de estar viviendo todo esto con mi David.
–Antes, tenemos que brindar mi amor – Dije emocionada – Aunque, en eso ya te has adelantado con mi papá.
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