Nina
"Es Mila, ¿verdad?".
No sabía por qué, exactamente, su nombre me vino a la mente. Era como si lo supiera; tal vez por la extraña forma en que se comportaba conmigo, o por el modo en que coqueteó descaradamente con mi propio esposo enfrente de mi cara.
Pero no tenía sentido que ella lastimara a