Finalmente, llegó la hora del pastel.
"¡Abran paso a la pastelera!", anunció Enzo, ayudándome a llevar el pastel a la mesa. La sala se llenó de gritos y aplausos.
Después de cortar el pastel y brindar con champán, empezamos. El cremoso exterior de mantequilla de maní dejó paso al cálido y húmedo int