Nina
El vestuario estaba completamente oscuro. ¿Habíamos perdido poder?
No me atrevía a moverme en caso de que accidentalmente me encontrara con Enzo y le diera una idea equivocada. Todavía se cernía sobre mí, su mano en el casillero encima de mí y su cuerpo musculoso protegiéndome. Mentiría si dij