Enzo
Me desperté con el sol entrando por la ventana y el canto de los pájaros. Tenía una suave sonrisa en mi cara mientras abrazaba al amor de mi vida y, al escuchar su suave respiración, no pude evitar inclinarme y besar el pelo oscuro de su cabeza.
"Mmm... Enzo...".
Su voz era suave y gentil, como música para mis oídos. Me hizo sonreír y me levanté sobre el codo, plantándole un beso en la nariz. Vi cómo abría los ojos y me sonrió.
"Buenos días, Selena", le susurré.
Selena sonrió. "Buenos días, guapo".
Le planté otro beso en la frente, me senté completamente y me froté los ojos cansados. El día de nuestra boda se acercaba, lenta pero seguramente, y no podía estar más emocionado. Esta mañana se suponía que nos reuniríamos con su padre, el Rey Alfa, para discutir la ceremonia de emparejamiento.
"¿Dormiste bien?", ella preguntó, sentándose y apoyando la barbilla en mi hombro mientras su dedo trazaba círculos en mi espalda, provocándome escalofríos.
Asentí con la cabeza. "Dormí mu