Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa luz dorada del amanecer se filtraba por las cortinas cuando Valeria abrió los ojos. Parpadeó un par de veces, tratando de recordar en qué momento se había quedado dormida, aún entrelazada con Leonard.
Instintivamente extendió la mano hacia su lado de la cama.
Vacío.







