Narra Lucas
Sin darnos cuenta, había pasado un mes desde que comenzamos nuestra relación. Nuestro amor iba mejor que nunca, cada día más fuerte y profundo. A pesar de los desafíos que enfrentábamos como profesor y alumna, estábamos decididos a luchar por nuestro amor.
Un día, mientras disfrutábamos de un paseo juntos, nos encontramos con los padres de Isabella. Sus rostros reflejaban sorpresa y preocupación al vernos juntos.
- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó su madre, con una mezcla de confusión y preocupación.
Isabella y yo nos miramos, sabiendo que no podíamos ocultar más nuestra relación. Decidimos enfrentar la situación con valentía y sinceridad.
- Señora, señor, tenemos algo importante que contarles - dije, tomando la mano de Isabella para demostrar nuestra unión.
- Estamos enamorados - agregó Isabella, con determinación en su voz.
Los padres de Isabella intercambiaron miradas de incredulidad y preocupación. Su padre se acercó a nosotros, con una expresión seria en su rostro.