Diana.
Abro los ojos y miro el bello techo de mi habitacion, siento que alguien me aprieta la mano y al voltear a ver me doy cuenta de que es Max que está dormido recargado en mi cama y sujetando mi mano fuertemente como si tuviera miedo que me fuera, miro su rostro sereno y calmado su cabello negro adorna bellamente su rostro de piel blanca cejas delgadas, nariz fina y labios delgados, recuerdo el día que me besó y todavía no comprendo que paso por mi mente cuando permití ese acto qué siendo sincera desearía qué volviera a pasar, miro a mi alrededor y todavía es temprano para que Gloria llegué a despertarme, creo que me estoy volviendo loca, aparto unos mechones de cabello de su rostro con delicadeza para no despertarlo y me comienzo a inclinar sobre él lentamente.
-¿ que ases ?
Me separo rápidamente y llena de vergüenza al escuchar la voz de Max que abre los ojos y me mira con una sonrisa dulce.
-¡ NADA !
-segura por un momento pensé que me robarías un beso.
-no, no es así.
-es una