Alba es la primera en reaccionar y se aleja de él con rapidez.
—Gracias —dice sin mirarlo.
—Es un placer —Leandro estaba desconcertado, no sabía que le estaba pasando, se preocupa de lo que está comenzando a sentir por ella—. Será mejor que me vaya —opta por evadir sus emociones.
—¿Pero y la clase?
—Usted ha estado cansada por lo de su abuela, mejor descanse.
—Esta bien, gracias —da media sonrisa—, pero antes llamaré a Camilo para que la traiga.
—¿Qué? ¿Y por que no vamos a buscarla nosotros?
—No quisiera molestarlo.
—¿Y a Camilo si, no? Porque aún gusta de él y viceversa.
—No, yo lo digo por lo rápido.
—Pero si se ha fijado que soy veloz.
—Y también que es un hombre más ocupado que Camilo, ¿No?
Leandro guarda silencio y se retira algo enojado, sin siquiera se despide de ella.
La actitud del CEO desconcierta a Alba.
¿Por qué se enojaba de aquella forma? Habían tenido una excelente mañana juntos y de pronto, de la nada él se mostraba displicente