Charlas, dudas y más (2da. Parte)
El mismo día
New York
Violet
En medicina nos entrenan para muchos momentos difíciles. Emergencias, diagnósticos complicados, decisiones que pueden marcar la vida de un paciente o de su familia. Y también para esas conversaciones duras… esas en las que tienes que mirar a los ojos a alguien que está a punto de perder lo que más quiere, y decirle la verdad. Sin rodeos, pero con cuidado. Con empatía, pero sin desbordarte. Nos enseñan a mantener la compostura, a controlar las emociones, a no involucrarnos más de lo necesario. Es parte del protocolo.
Nos explican que debemos ser claros, profesionales, humanos… pero hasta cierto límite. Y eso, la mayoría de las veces, funciona. Al menos, cuando se trata de los demás. Porque cuando el dolor es tuyo… cuando el que está al otro lado no es un paciente, sino alguien que alguna vez fue parte de tu historia… Todo ese entrenamiento no sirve de mucho.
No hay manual para eso. Nadie te enseña cómo actuar cuando tu propio corazón está involucrado. No ex