Lluvia se dio cuenta, los tres no la querían. Sofía tampoco. Pero a ella no le importaba ser rechazada, seguía mostrando una indiferencia elegante, como si nada le afectara.
—¿Sofía, es por Ximena?
—¿Qué Ximena?
—¿Es que Ximena les dijo que se alejaran de mí, que no fueran cercanos conmigo?
—Ximena