Ximena le dio a Arturo el número de teléfono de Lisandro. Arturo salió al patio para llamar.
Primero llamó a la familia Ramírez. Tardaron en contestar, pero cuando Agustín escuchó que su hija estaba secuestrada, al principio no lo creyó, hasta que oyó los gritos de ayuda de Elena. No podía preparar