—Marcela, eres la madre de Ximena... —dijo Lorenzo, con tono serio.
—Soy la madrastra de Ximena, no su madre biológica, —lo interrumpió Marcela.
—Pero ustedes son como madre e hija de sangre... —intentó decir Lorenzo.
—Bueno, solo hasta cierto punto. —Marcela volvió a interrumpir—. Después de todo,