Ximena había llamado a Jorge antes de llegar. Jorge era un experto en informática, pero dijo que era difícil rastrear registros tan antiguos y que la policía podría tener más suerte.
—Ximena, no estarás sospechando de tu esposo... —Enrique se mostró incrédulo y enfadado—. Él no parece alguien capaz