—¿Crees que tu papi aún querrá estar contigo? ¡Donde hay una nueva mamá, hay un nuevo papá! ¡Él ya no te amará! ¡Amará a la hija de esa mujer y será el papi de alguien más!
—¡Vas a quedarte solo, sin que nadie te quiera! ¡Nadie más te va a querer! ¡Todos pensarán que estás de más, que eres una carga!
Sofía abrió la puerta de golpe y entró corriendo. Mateo estaba acurrucado en una esquina del sofá, abrazando sus rodillas y con la cabeza gacha, sin decir palabra.
—¡Elena, cómo pudiste decirle e