— ¡Ay Mari! —Ximena le dio un suave golpecito a Mariana—. Hay muchas personas en el mundo que se parecen, no todos tienen que ser familia.
Mariana parecía no escuchar a Ximena, y con los ojos aún fijos en el niño, murmuró: —¡Esto me da una idea! La protagonista está haciendo voluntariado en un orfanato y se encuentra con el hijo no reconocido de su primer amor. ¡Y ese niño resulta ser el hijo de ambos!
Ximena se quedó sin palabras y se dirigió hacia la directora del orfanato, Esperanza Vargas.