Mariana cogió su bolso para irse con Ximena.
Sofia, curiosa, preguntó adónde iban, pero Ximena no quiso decir, empujando a Sofia hacia la puerta.
—Señorita, ha surgido algo urgente, ¡hasta aquí la reunión de hoy! Otro día, cuando tengamos tiempo, quedamos de nuevo, yo invito.
Ximena no podía llevar a Felicia con ella a la casa de los Salazar, le pidió a Felicia que no abriera la puerta a nadie: —Si mamá llega tarde, vete a la cama a dormir, y si necesitas algo, llámame.
Felicia, abrazando a