Mariana entró corriendo, jadeando, y se acomodó entre Elena y Ximena.
—¡Ustedes dos son muy malas! Vinieron a beber sin esperarme.
Mariana abrazó a Elena con un brazo y a Ximena con el otro: —Elena, somos compañeras de universidad, ¿por qué solo tratas bien a Ximena y no a mí? Yo también quiero beber.
Elena, viendo su plan frustrado, mostró una expresión ligeramente fría, y puso su móvil en la barra. Se movió para liberarse de Mariana y pidió al bartender que le preparara un cóctel.
Las tres