Antonio empujaba a Rebeca mientras esperaban el elevador en la entrada.
Las puertas del elevador se abrieron, y de él salieron Marcela, Ximena, y una doctora de mediana edad.
Marcela presentó a la doctora: —Doctora, ¡esta es mi nuera! Dice que el niño tiene malformaciones y quiere abortarlo, ¿puede examinarla para ver si puede someterse a la operación?
La doctora examinó a Rebeca de arriba a abajo, ajustando sus gafas.
Rebeca, con una expresión perdida, preguntó: —¿Qué están tratando de hace