—¡Está bien, está bien, Marcela López, esto es lo que tú dices! —María arrastró a Antonio de vuelta a la habitación del hospital para discutir su estrategia.
Marcela, después de decir lo suyo, se sintió mucho mejor: —¡Andrés, si fueras Samuel, ya le hubiera aconsejado que se divorciara! ¡Al librarse de esta familia, toda la casa estaría aliviada!
Andrés sabía que, desde que Rebeca había entrado a la familia, había traído inquietud y desasosiego a todos.
Él también estaba muy angustiado.
Pero