—Solo me preocupo por ti. No quisiera que te tomaran el pelo y acabaras sin un centavo.
—¡Mi esposo no es así!
Sofía, tratando de jugar la carta de la preocupación, le dijo: —¡Digo estas cosas porque te considero mi amiga!
Ximena la miró fijamente y respondió: —Sofía, no eres la primera «amiga» de Gael que se acerca a mí. He conocido a muchas que actuaban más convincentemente que tú, solo para burlarse después. Me acusaban de acercarme a ellas por interés o de querer superarme —mientras habla