Lisandro acarició la cabeza de Felicia y la ayudó a acomodarse para continuar comiendo.
Tal vez estaba pensando demasiado.
¿Qué pensamientos profundos podría tener una niña?
Quizás simplemente vio en él un amor paternal y por eso quería que fuera su papá.
Lo que Felicia realmente necesitaba era el amor y el cuidado de su verdadero padre.
—¿Felicia, te gustaría ver a tu papá? —Lisandro preguntó en voz baja.
Felicia frunció el ceño: —¿No está mi papá muerto? ¿Cómo podría verlo?
—¿Y si no es