Ante la atractiva postal que miraban sus ojos Michael comenzó a salivar y saborear la entrada de Sofía y reconoció que el consejo de Nathan era bastante bueno.

(Definitivamente tiene demasiada experiencia aunque lo niegue.)

(En realidad, soy un hombre romántico jefe y sé como tratar a una mujer, cosa que por lo visto tú no sabes hacer.)

Estaba a punto de explorar la entrada de Sofía con su lengua cuando su teléfono comenzó a sonar.

¡Ring, ring!

-¿Quién llama a esta hora? La gente normal debería estar dormida.

-Ja ja ja.

-¿De qué te ríes?

-¿Usted y yo no somos normales?

-No, no lo somos.

-Ja ja ja.

-¿De qué te ríes?

-De que tiene razón, no somos normales, los esposos normales no hacen tratos para tener sexo sin sentimientos como nosotros.

De pronto una punzada atravesó el corazón de Michael, sintió que el comentario de Sofía aunque parecía broma llevaba algo de reproche y de razón. Pero no quería involucrarse más con ella así que lo ignoró aguántandose la sensación en el pecho. Mient