Los ojos de Sofía casi se salían de la sorpresa y el susto. ¿Qué pasaría si un oficial los descubría? La expresión tensa de Michael anunciaba algo, hasta la risa se le fue. Un hombre se acercó al auto y tocó el vidrio para que Michael lo bajara.

-Buenos días oficial.

-Buenos días, señor...

-Adams. Mi nombre es Michael Adams.

Michael tuvo que aclararse la garganta antes de continuar.

-¿Ocurre algo oficial?

El oficial lo miró con la ceja levantada y un claro gesto de desaprobación, la manta en su pierna era demasiado obvia. El oficial sabía exactamente lo que ocurría en ese auto.

-Estamos haciendo revisión de rutina, espero que no le moleste bajar del auto para una revisión más completa, señor... Adams.

El oficial dijo esto último apuntando hacia la entrepierna de Michael con su dedo.

-¿Quiere que bajemos?

-Eso fue lo que dije.

-¡Mmm!

Michael se aclaró la garganta para lidiar con la incomodidad, su miembro seguía afuera de su pantalón, si se paraba quedaría al descubierto, aunque probab