Estaba tan impresionada con el lugar que decidió curiosear la zona boscosa y salió del sendero, que se encontraba a unos 20 metros cuya iluminación era demasiado tenue y no llegaba a iluminar la zona donde sofía se encontraba, hacía frío y no podía distinguir nada, estaba perdida.
-¡Demonios!
¿Ahora cómo voy a regresar? Ni siquiera tengo teléfono para comunicarme y si lo tuviera seguro no tendría señal en este lugar, además tendría que llamarle al patán ese.
No era el momento para ponerse digna, tenía que buscar la forma de ser encontrada y volver a la mansión.
-Hace frío, tengo hambre, Sofía por qué fuiste tan inconsciente.
Caminó por unos veinte minutos hasta que el desánimo se apoderó de ella y se sentó en suelo recargándose en uno de los árboles, ya no podía ver absolutamente nada, si continuaba caminando podría perderse aún más, todo a su alrededor eran árboles de abedul idénticos, jamás descubriría por dónde había llegado.
*En la mansión*
Nana había reunido a la mitad de los gu