Después de que Sofía se acurrucara en la cama, Michael entró al baño y tomó una ducha, mientras se lavaba el cuerpo, su mente fue invadida por cientos de pensamientos sobre lo que acababa de ocurrir.

(Mía, dijo que la hiciera mía, total y completamente mía... ¿Por qué no puedo controlarme cuando la tengo cerca? Dios, no puedo creer que probé su... Sofía eres tan exquisita, cada parte de tu piel, de tu ser, de tu alma. No me puedo resistir. Y ahora eres mía, mía y sólo mía.)

Una sensación desconocida comenzó a apoderarse de él provocándole palpitaciones aceleradas, su corazón parecía un caballo sin jinete.

(No debí hacerlo, se supone que debía enamorarla pero no así, no con sexo, sólo tenía que tratarla bien para que ella no se sintiera usada cuando supiera la verdad, Nathan tiene razón ni siquiera es mi tipo, ¿qué demonios voy a hacer ahora? Estoy perdido. ¿Qué es esto? ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me estoy sintiendo así? ¿Acaso es el cansancio? ¿La falta de sueño? ¿Qué es esta extr