-Dime Justin... ¿Por qué me invitaste a cenar? Fuimos amigos tiempo atrás pero... Ya no lo somos, no los mejores amigos del mundo, no como para que me invites a cenar.
-Tengo algo que contarte... Conocí a la mujer de mi vida hace cinco años y me enamoré, pero conoces a mis padres y me prohibieron estar con ella por su estatus, así que la dejé para convertirme en el CEO de la empresa de mi padre y regresar por ella, sin embargo, cuando volví me enteré que su madre la había vendido y no sabía qué hacer, he estado buscándola con desesperación y creo que la encontré.
Alan abría los ojos y parpadeaba fingiendo sorpresa, él ya conocía la historia y es cierto que siempre debemos escuchar las dos versiones de una historia pero aunque Justin llorara era muy difícil que Alan creyera su versión y sabía que Justin intentaría ganarse su lástima para conseguir su objetivo.
Mientras los ojos de Justin se humedecían y su voz se entrecortaba continuó.
-Le pedí a Michael que me ayudara a encontrar a la