-...
Estás loco. No podemos hacer eso. No estamos solos.
-Y ¿si lo estuviéramos?
¿Lo harías? ¿Me permitirías hacértelo aquí?
-¡Pero qué dices!
No sabía que eras así.
-No lo soy. Es sólo que tú me provocas. Cuando estoy cerca de ti sólo quiero hacerte mía, donde quiera que me encuentre.
-...
Sofía estaba ruborizada, sus mejillas le ardían y sus manos comenzaban a temblar, aquellas palabras tenían muchas implicaciones, nadie nunca le había hablado así y mucho menos causado una reacción directa en su cuerpo tras esas palabras, pero ahí estaban ellos dos en el jardín, mientras él le decía que quería hacerla suya algo dentro de ella se removía y reaccionaba en consecuencia, pensaba que si no hubiera nadie en casa realmente se atrevería a dejarse tomar por él ahí mismo.
El rostro de Michael se tornó seductor y habló:
-Dime entonces... Si no hubiera nadie en casa me dejarías hacerte mía dónde yo quisiera.
-... No lo sé...
-Ja ja ja. Tranquila no te lo estoy exigiendo, tampoco voy a tomart