La succión se volvió ligeramente más veloz y más desesperada, quería tener esos pechos todo el día en su boca. Los deseaba tanto...
Pasó de succionar uno al otro tratando de exprimirles hasta la última gota de su delicioso sabor mientras sentía cómo su miembro ya estaba completamente duro. Estaba tan cerca de Sofía que ella también lo sintió y aprovechó que él estaba concentrado en sus pechos para tomar el miembro de su esposo con sus dos manos y comenzó a masturbarlo.
¡Qué placer!
Le encantaba acariciar, tocar, mover, sentir el miembro de su esposo, caliente, duro, delicioso. Era tan grande que realmente necesitaba sus dos manos para abarcar su longitud completa. Empezó a sentir las manos húmedas de su cálido semen y a percibir el olor a su alrededor, ese olor a sexo le fascinaba.
Michael bajó con su boca hasta su vientre y ella entonces levantó las piernas y las colocó en la espalda del hombre. Su miembro estaba ahora más lejos de sus manos y no podía alcanzarlo, pero al sentir lo