-¡Ashley!
-¿Qué? ¿Vas a negarlo?
Michael perdió completamente la paciencia, cómo se atrevía esa mujer a hablar así de su esposa, además escuchó claramente que Sofía entró a su habitación y los había encontrado desnudos en la cama durmiendo y eso lo enfureció más. Al ver el rostro casi deforme de la ira de su esposo Sofía se apresuró a interrumpir.
-Señorita, le comenté que lo que usted pensaba era equivocado y veo que aún no me cree. Permítanme explicarles.
-No tienes por qué explicar nada, zorra, puta callejera.
-¡Ashley cierra la maldita boca!
-No se preocupe señor Adams, no me ofende, sé bien que es lo que soy y lo que no soy.
Permítame hablar.
Señorita Ashley, es verdad que en la mañana irrumpí en su habitación vestida de manera inapropiada y sin tocar, sin embargo, no tenía ninguna intención de faltarle al respeto o de meterme en la cama de su prometido.
Resulta que todos los empleados tenemos designada una habitación dentro de la mansión, pero como hay algunas personas que pue