Capítulo 86. Dolor.
Capítulo 86.
Dolor.
Ricardo, en su dolor, no puede creer lo que está pasando, mientras que en la hacienda los esperan para cenar; él está en la fábrica solo, bebiendo sin ganas de nada más.
“Mi amor”.
“No, no, Ricardo, suéltame, quiero orinar, ¡oh, Dios! No… ¡Aaahs!
“Te necesito, eres todo en lo que pienso”.
¿No existe nadie más?
“No”.
“He sido, y solo he sido tuya”.
Ricardo recuerda verla sonreír ampliamente para Emiliano, mientras que para él solo ha habido desprecio y rechazo. Cuando la tocó, la manera en la que se apartó... Solo unos días bastaron para que ella encontrara a alguien más, y pensar que había creído que Víctor sería una amenaza, pero la puñal salió de la nada, atacándolo desprevenidamente.
*
En casa, Valentina nota su lugar vacío; la duda de dónde empieza a estar es incierta; incluso Pablo empieza a preocuparse, ya que no vino a almorzar y no ha llegado a cenar.
—Gael, ¿dónde está mi nieto?
—Patrón, aún en la fábrica.
—¿A esta hora? Son las 7