Catherine.
Ayer dormí en el departamento de Zack, hoy que estamos en casa puedo ver la pintura que Zack mandó hacer para mí, en la sala.
- Wow ¿A qué hora la mandaste a traer?
- Ayer por la mañana- confiesa- si no te gusta podemos cambiarlo de lugar
-No, está perfecto, pero ¿Sabes que sería aún más perfecto?
- ¿Qué?
- Una pintura de nosotros dos
- Tienes razón, sería genial... Por cierto, me tomé el atrevimiento de hacer algo en tu patio trasero.
Me toma de la mano
- Ven, acompáñame.
Caminamos hacia mi lugar favorito.
- Recuerdo que me dijiste que querías un columpio cuando eras pequeña.
- Sí- sonreí tímida.
- Bueno, pues ya no tendrás que desearlo más, aquí lo tienes.
Había un gran árbol con ramas gruesas y en el se encontraba un columpio.
- Zack- dije emocionada, dejándolo atrás- Zack, esto es... ¿Puedo usarlo ya?
Él se apresuró para ayudarme a subir.
- ¡Dios! Hace tiempo que deseaba esto.
Zack se colocó detrás de mí y comenzó a empujar el columpio con cuidado
Sentí el vi