-Estas loco- gruñí con bronca.
Él sonrió ampliamente como si le hubiese dicho un cumplido, mostrando sus dientes amarillentos de tanto fumar.
-Loco de amor por vos- Me guiñó el ojo en un intento de seducción fallido.
Por dios, pensé. Las cosas que tenía que escuchar, no sabía si lo decía para molestarme o realmente estaba mal de la cabeza y creía que me iba a conquistar.
-basta- le advertí cansada de sus juegos- jamás me amaste, ni cuando éramos novios. Solo querías a alguien débil a quien manipular, tuviste suerte conmigo, pero eso no era amor.- Le piqué en el pecho varias veces- Y ahora ya no soy esa niñita.
-claro- rió de forma sarcástica- tu esposo millonario si te ama ¿no?- Me miró detenidamente, yo simplemente desvié la mirada- Claro, ¡eso si es amor!-exclamó de forma teatral- El dinero te compró Carlita, tú no eres así.
-Nunca me importó el dinero Pablo, lo único que quería es que fueras un buen padre- exclamé dolida- solo eso te pedí.
-y lo era.- dijo con seguridad.
Yo