-Quédate con la abuela mi amor- dije luego de darle el desayuno y vestirlo.
-No me dejes mami- se aferró a mi pantalón con fuerza suplicando que no lo abandone.
-Mi amor- dije dolida por dejarlo otra vez solo- Mami tiene que conseguir un trabajo para que puedas tener juguetes nuevos.
Mi madre estaba apoyada contra la pared mirando la escena, de brazos cruzados, esperando a que me vaya
-¿Juguetes nuevos?- exclamó emocionado.
Sonreí al ver cómo sus ojitos húmedos por lloriquear se iluminaban. Sabía que eso le gustaría.
-Claro que sí, muchos juguetes nuevos, para que le hagan compañía a Teddy. Que está muy solito.
Mi niño miró a su muñeco y lo abrazó.
-¿Falta mucho de esto?- dijo mi madre poniendo los ojos en blanco con impaciencia.
-Mami no me dejes con ella- susurró mi pequeño.
-Sé bueno con la abuela ¿Si? - besé su frente- Pórtate bien, voy a volver antes de que te des cuenta. Te amo
-Yo a vos mami- Me abrazó con fuerza y yo hundí mi nariz en su cuello, respirando su dulce aro