Ni siquiera volteo porque conozco perfectamente la voz de aquella persona.
— Señorita Monte, buenas noches —El señor Cabal estrecha su mano —. Es un gusto verla por aquí.
—Igualmente, señor Cabal, por nada del mundo faltaría —Me volteo y me mira con asombro —. Señorita Mejía ¿Qué hace aquí?
Su mirada me recorre de pies a cabeza, miro su vestimenta y vaya que no, no dejo nada a la imaginación.
— Es mi invitada —Bastian se para a mi lado y me sujeta por la cintura.
Su gesto no pasa desapercibido ante los presentes, me sonríe ampliamente y ese gesto hace que un cosquilleo se instale en mi vientre.
El anfitrión pide la atención de los presentes, llama a la tarima al señor Cabal y se disculpa para ir a ella.
—Tomemos asiento — Masculla su madre, Anahí me sonríe y asentimos.
Tomamos asiento, su madre y Anahí toman asiento frente a nosotros, Bastian se sienta a mi lado y a su lado Julia.
El señor Cabal empieza a explicar el motivo de la gala, le da las gracias a las empresas y los dueños de