Victoria Becker narrando:
- Soy redonda _ digo enojada frente al espejo.
- Ni siquiera es tanto amor _dice Marius, lo miro aún más enojado.
- ¿Estás de acuerdo en que estoy muy gorda? Digo, mis ojos se llenan de lágrimas.
Mi prometido me mira desesperado.
- Eso no es lo que quise decir, eres perfecta mi amor _dijo acercándose a mí y tocando mi vientre de 4 meses_ la más hermosa de todas las mujeres.
- ¿Crees? Me miro en el espejo de nuevo.
"No lo creo, estoy segura," dije, sonriendo mientras acariciaba mi vientre.
Estas hormonas me están volviendo loca y estoy asustando a mi prometido.
Ayer estaba comiendo un helado de maracuyá en la madrugada, Marius estaba conmigo, accidentalmente se me cayó la olla al piso y comencé a llorar porque tenía muchas ganas de comer, hice que Marius saliera a comprar otro a las 3:30 en el Mañana.
Marius es un santo, cumple todos mis deseos sin rechistar y todavía tiene que aguantar mis cambios de humor, a veces tengo rabietas y trato de morder