Bastián.-
Observaba fascinado la sesión de fotos de Elizabeth, igual que Mila que sonreía mientras mi hermosa esposa ondeaba su cabello al mismo tiempo que la falda del vestido se movía a medida que iba girando.
Después de nuestra conversación de anoche estaba decidido a ser un mejor hombre, uno que realmente la mereciera en todos los aspectos, que me escogiera para ser su primer hombre. Ya no quiero ser esa bestia malhumorada que la quería por un fin distinto. Y no puedo negarlo, me alegró el hecho que sea virgen, pero también me siento nervioso. Quiero que no se decepcione de mí, hace años que no sé lo que es estar con una mujer, he perdido la práctica.
Okey, ahora me siento absolutamente ansioso.
— ¿Bastián? Te pusiste pálido ¿Te encuentras bien? –Veo a Joel frente a mí viéndome con preocupación.
— Sí, estoy bien, solo pensaba en… cosas.
— Quería preguntarte ¿Si harás algo especial para el cumpleaños de Elizabeth el próximo fin…? –Giré mi cabeza tan rápido que me dio un mareo.